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El Vaticano inicia protocolo tras la muerte del Papa Francisco: sellan sus residencias y preparan el funeral

La Santa Sede ha comenzado los rituales tradicionales que siguen al fallecimiento de un pontífice, luego de que el Papa Francisco muriera el lunes 21 de abril a los 88 años. Uno de los primeros actos fue el sellado oficial de sus residencias, marcando el inicio del período de sede vacante.

Francisco, el primer Papa latinoamericano y una figura emblemática por su sencillez y espíritu reformista, falleció a causa de un ictus cerebral que provocó un coma profundo y un posterior fallo cardiocirculatorio, según confirmó el informe médico. Su deceso se produjo en la Casa Santa Marta, lugar donde residió desde el inicio de su pontificado en 2013, renunciando al tradicional apartamento del Palacio Apostólico.

Sello simbólico de las residencias papales

El cardenal camarlengo Kevin Joseph Farrell fue el encargado de dirigir el acto de sellado, acompañado por el secretario de Estado, Pietro Parolin, y el arzobispo venezolano Edgar Peña Parra. Ambos espacios —la Casa Santa Marta y el apartamento pontificio, aunque este último no fue habitado por Francisco— fueron asegurados con cintas y lacres rojos, como dicta la tradición vaticana.

Este procedimiento busca salvaguardar los objetos personales y documentos del Papa, garantizando que no se manipulen hasta que la Iglesia elija un nuevo líder. Es un acto cargado de simbolismo y legalidad dentro de la estructura del Vaticano.

Último adiós al Papa de la cercanía

Tras confirmarse oficialmente su fallecimiento mediante el rito de constatación —un procedimiento realizado por médicos y autoridades religiosas en su residencia—, el cuerpo del Papa fue colocado en un féretro austero, conforme a sus deseos. Actualmente reposa en capilla ardiente en la capilla de Santa Marta, donde los fieles podrán rendirle homenaje antes del traslado a la Basílica de San Pedro.

Rumbo al funeral y despedida definitiva

El protocolo incluye también la destrucción del Anillo del Pescador y de los sellos papales, símbolos de su poder pontificio, para evitar cualquier intento de suplantación. El féretro será llevado a la Basílica de San Pedro este miércoles 23 de abril, donde permanecerá expuesto hasta el funeral.

La ceremonia fúnebre se desarrollará entre el viernes 26 y el domingo 28 de abril, y se espera la presencia de líderes internacionales, dignatarios religiosos y miles de peregrinos que viajarán a Roma para despedirse del pontífice argentino.

Siguiendo su voluntad, Francisco será enterrado en la Basílica de Santa María la Mayor, en una tumba modesta, sin ornamentación, con una simple inscripción: Franciscus.

Con estos actos solemnes, el Vaticano despide a un Papa que marcó un antes y un después en la historia reciente de la Iglesia Católica, dejando un legado de cercanía, humildad y reforma que será recordado por generaciones.

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